Inspirada por el libro “Querida Ijeawele. Cómo educar en feminismo” escrito por Chimamanda Ngozi Adichie, feminista y activista africana, me animé a pensar e investigar en qué podemos hacer cada un@ de nosotr@s en nuestro día a día para ir creando un mundo cada vez menos machista.
Le he dado varias vueltas y he decidido crear un decálogo de sugerencias sencillas que cada persona puede leer, pensar y si está de acuerdo interiorizar y poner en práctica.
No pretendo dar una clase magistral sobre educación, no tengo la formación suficiente para hacerlo ni creo estar en posesión de verdad alguna que deba predicar. Solo soy una mujer anónima, como tantas otras, que un día se despertó siento que el cambio es posible y que yo formo parte de el.
Primera Sugerencia
Esta primera sugerencia va dirigida a mis compañeras humanas, seamos seres completos, no permitamos que se nos defina solo por nuestra relación con la maternidad. Ser madres puede ser un aspecto de nuestra existencia, pero no debería ser el único.
Si no lo hacéis por vosotras, hacedlo por vuestr@s hij@s. El mejor regalo que les podéis hacer es ver a sus madres como seres completos y libres, seres que tienen la co-responsabilidad de su crianza, qué trabajan fuera de casa, que tienen amistades y una vida fuera de ell@s. ¡Esta visión de vosotras les hará personas libres!.
Segunda Sugerencia
En esta ocasión me dirijo a los hombres: compañeros menos amamantar vosotros podéis hacer exactamente las mismas tareas que nosotras.
Por el bien de las nuevas generaciones tenemos la obligación de romper con el estereotipo de mujer cuidadora.
Si queréis educar a vuestr@s hij@s en igualdad la mejor forma de hacerlo es mediante el ejemplo.
Tercera Sugerencia
Enseñar a l@s niñ@s que son los roles de géneros. Qué diferencia existe entre nacer con un sexo determinado y el género que la sociedad te asigna solo por esa circunstancia.
Explicarles que los roles de género son una invención humana y no un hecho natural.
Estos roles son perpetuados por la sociedad por lo que debemos tener cuidado en la producción audio-visual que consumen, y ser capaces de identificar si eso que están consumiendo y que está influenciando en su modo de ver el mundo evita o fomenta la brecha de género.
Para poder evaluar estos contenidos existe un test inventado por Alison Bechdel y llamado Test de Bechdel en su honor, que ayuda de manera sencilla a identificar si un contenido cumple unos estándares mínimos para evitar la brecha de género.
Este método consiste en realizar tres preguntas:
- ¿Aparecen al menos dos personajes femeninos?
- ¿Estos personajes se hablan una a la otra en algún momento?
- ¿Esta conversación trata de algo distinto a un hombre o sobre el amor?
Si se contesta negativamente a alguna de estas tres preguntas entonces el contenido audiovisual que estemos evaluando NO cumple los estándares para evitar la brecha de género, por lo que ayudan a perpetuar la desigualdad.
Cuarta Sugerencia
Tenemos que enseñar a l@s niñ@s a detectar la desigualdad y comenzar a cuestionarla.
El lenguaje es uno de los primeros aspectos que hay que empezar a cuestionar (¿masculino bueno, femenino malo?). Toma algo de tiempo, pero cuando un@ decide tener hij@s es porque ha tomado la decisión de invertir parte de tu tiempo con ell@s, por lo que este puede ser un entremetiendo perfecto para hacer el familia.
Quinta Sugerencia
Enseñar a l@s niñ@s a poner límites a los adultos.
Si una criatura no quiere dar un beso a un adulto, no forzarle. De esta manera no les enseñamos a dejarse hacer por el mundo de los adultos. Si un@ pequeñ@ no quiere dar un beso o un abrazo tendrá sus motivos, respetemos su pequeño espacio vital.
Sexta Sugerencia
Las niñas y los niños son amigos.
Por favor, dejemos de preguntar las parejas de amigos formados por niña y niño si son novios. El mensaje que les estamos dando es muy perjudicial, porque les deja una impronta en su subjetividad en la que los niños y las niñas si se llevan bien es o porque se gustan o porque son novios y no porque sean simplemente amigos.
Hay que fomentar la amistad entre niños y niñas sin encasillarla, de esta manera se verán como compañer@s, como personas y se tratarán con respeto e igualdad.
Séptima sugerencia
Las niñas no son ángeles que vienen al mundo para gustar y agradar a todo ser que pisa la tierra.
Las niñas son niñas y debemos enseñarles a rechazar la obligación de gustar. Si eres niña te enseñan que hay que sonreír y reír las gracias hasta al mas tonto.
Hay que enseñar que una cosa es tener sentido del humor y otra tener que reír las tonterías ajenas.
¿Cuantas de nosotras hemos reído las gracias sin gracia de nuestras parejas o de nuestros amigos?… hay que empezar a romper con este estereotipo de mujer agradable, buena y complaciente.
Octava sugerencia
Esta sugerencia es complicada pero necesaria.
Hay que hablar a las niñas y a los niños de sexo.
El sexo es algo natural que mas tarde o mas temprano acabarán descubriendo. Ellas aprende las relaciones a través de los cuentos y ellos descubren el sexo a través de la pornografía. Son dos formas antagónicas de acercarse a las relaciones sexuales que conlleva muchos problemas futuros.
Novena sugerencia
Enseñar a los niños a actuar cuando vean una situación de falta de respeto hacia las niñas.
Enseñarles lo que significa cosificar a una persona y los peligros y riesgos que este tipo de actitudes comportan en nuestra sociedad.
Decima sugerencia
No hipersexualicemos a las niñas.
Las niñas son solo eso, niñas. No demos tanta importancia a cómo se visten, a su apariencia y a cómo se ven reflejadas en los demás.
Hagamos que las niñas practiquen deportes, que jueguen a futbol, baloncesto.., enseñémoslas a ser tan libres como su compañeros varones.